
Fue hace dos semanas, el Madrid tiraba la liga contra Club Atlético Osasuna dejando a Xabi Alonso en el banquillo. La liga estaba perdida, con un Real Madrid muerto en el torneo regular, donde el Barça parecía inflexible. Pues bien, hoy sólo dos puntos distancian a los blancos del liderato. Vuelve la esperanza, y más tras un partido cómodo sin organizador y con un delantero cuestionado que parece reencontrarse con su juego.
Empezaba el partido con el recuerdo del ocho a cero en copa, inevitable pensar que el partido sería fácil. Y lo fué, el levante defendió todo el partido con su equipo dentro del área intentándo tímidos contragolpes para que a su mejor hombre, Caicedo, le saliese algo.
Los "granotas" han planteado encuentros de una forma mucho menos defensiva procurando tener más la posesión, obteniendo buenos resultados, incluso los tres puntos contra un gran equipo como es el Villareal. Por eso, no es lógico que pretendan sacar algo de provecho con algo tan visto como es encerrarse y golpear el balón al campo rival. Cada año, algún equipo intenta jugar así en el Bernabéu y siempre ocurre lo mismo. Si no intentas algo nuevo, como una presión constante durante todo el partido, tal y como hizo el Sporting la anterior jornada, es difícil conseguir algo.
El Madrid empezó fuerte, y no tardó mucho en llegar el gol concretamente al igual que en copa en el minuto seis, lo que provocó que el Levante se mostrase aún más inseguro de lo que estaba. Gran jugada de Di Maria que la recoge en banda, encara a dos rivales, se va entre los dos, rompe con un quiebro al último y centra raso con la derecha para que Benzema empujase el balón a placer en el segundo palo. Mal la defensa, dejando a un lado que un jugador se marcha de tres, no defienden al delantero galo a pesar de estar en el segundo palo desde el inicio de la jugada.
El conjunto blanco siguió insistiendo y antes del segundo tiempo, una falta que bota cristiano en el borde del área la remató Carvalho justo en la línea de gol. Si en el tanto anterior la defensa estuvo mal, en este ya es una calamidad: Munúa, impotente, ve pasar el balón ante él, ante una defensa que no sigue a los jugadores y se queda completamente estática. Con este gol, el defensor luso iguala sus máximos registros goleadores tanto en Oporto como en Londres.
Flojo partido de Cristiano, que a pesar de estar participativo e intentarlo todo, tenía demasiadas ganas de empezar y terminar todas las jugadas, y así no se puede. Es comprensible que quiera jugar todos los minutos posibles, para hacer la mayor cantidad de goles y mejorar sus registros, lo que no se entiende es porque nunca se le da descanso. Todos sabemos que se trata de un sensacional deportista, pero ayer era un partido típico para dar minutos a jugadores como Pedro León o el propio Canales que no participan en ningún encuentro, reservando además a tu principal jugador para la eliminatoria contra el Lyon.
El levante no tiró la toalla y siguió insistiendo, pero era inútil, el Madrid estaba a gusto y llegaba por todas partes. Fueron dos, pero pudieron ser muchos más si no llega a ser por un gran actuación de Munúa.
Mención aparte la entrada en el 11 inicial de un desaparecido Kaká por Özil. El brasileño realizó el partido más flojo desde su reaparición. A pesar de que sólo habíamos notado destellos, daba la sensación de que se movía con peligro entre líneas, quizás lo único que podíamos destacar, ya que lo que había hecho no es lo que podríamos esperar del que en otrora fuese el mejor jugador del mundo.
La entrada de Mesut Özil junto a Adebayor en el segundo tiempo, mejoró sustancialmente el equipo que fue más dinámico y buscó con más insistencia el gol. Resulta curioso el atractivo del togolés con el esférico, que a pesar de su estatura, realiza todos sus movimientos con una plasticidad y simpleza admirable, nunca pierde el balón, y eso a día de hoy en el fútbol es complicado de encontrar. Mientras, Özil seguía fiel a su juego y nos regaló otra tarde más de su fútbol.
Este partido nos deja algunas conclusiones, el Madrid volvió a jugar al fútbol en el Bernabéu y esta vez sin Xabi, algo a tener en cuenta pese a ser el Levante el que estaba en frente y como incógnita, sólo falta por determinar si Di Maria, que contra defensas blandas es un puñal, es capaz de dar la talla contra equipos de gran nivel.
si aun hay esperanzas si...
ResponderEliminar